Chun Li se solía levantar todos los días a las 6 de la mañana para llevar a sus hijos a la escuela, es decir, a la parte trasera del almacén del restaurante chino donde él, y otros trescientos cuarenta y cinco mil novecientos doce (345.912, para los que no saben leer en chino) miembros de su familia trabajan de ilegales. Su hijo mayor destacaba dentro de la familia porque estaba estudiando un master en liar rollitos de primavera con una especialización en “soborno a los de sanidad para cuando vengan a hacer una inspección”.
Pero la vida de Chun Li cambió antes de ayer cuando, después de llevar a sus hijos al almacen\escuela y estar fregando repetidamente el restaurante durante 5 horas (pues nadie le enseñó nunca a ver la tele, ir a tomar un café, leer un libro o ir al gimnasio para matar el rato), seguidamente, abrió el restaurante chino, y después de hacer una jornada de trabajo de 11 horas seguidas (entre platos de sopa de aleta de tiburón reusada, chop suey con pelillos púbicos y cerdo agridulce con bicho) sin descanso, claro; pues nadie le enseñó nunca asentarse en una silla y estar sin hacer nada o a verlas venir.
El momento de la tragedia llegó cuando un cliente le pidió el cuarentavo plato de arroz tres delicias del día. El cliente le dijo que se lo sirviera rápido, pues tenía prisa.
Chun Li lo hizo lo más rápido que pudo, pero justo antes de llegar a la mesa con el plato, su organismo petó y explotó justo antes de llegar a la mesa del cliente. En ese momento la mesa del cliente se llenó de restos de Chun Li, a lo que el cliente objetó –quiero hablar con el encargado! He pedido un arroz tres delicias, no un cerdo agridulce!-
Mas tarde, testigos presenciales describirían el sonido de la explosión del cuerpo del inerte Chun Li “como si Godzilla se hubiera tirado un pufo”.
Por otro lado, esta misma mañana se ha producido una denuncia de un cliente del restaurante donde trabajaba Chun Li que dijo haberse encontrado un trozo de oreja humano dentro de un rollito de primavera…
Es admirable la consideración del dueño del restaurante con los restos mortales de Chun Li, pues en vez de enterrarle y dejar que se lo comieran los bichos, ha preferido dárselo de comer a los clientes a los que una vez Chun Li atendió. Y es que… mejor que te coma gente a la que ya conoces a que te coman unos bichos sucios a los que no conoces de nada!
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